La dueña del local comercial - de apellido Díaz - dijo haber sentido a las 7:15 de la mañana un fuerte golpe que la despertó y que cuando salió encontró plásticos esparcidos en el piso.

Observó luego que los vidrios de la puerta de acceso a su negocio habían sido dañados y que la reja había sido doblada. 
Sin embargo ya no había nadie en el lugar,  aunque si se observan varias manchas de lo que parecía ser sangre en el piso.

La policía hizo una recorrida por los sectores aledaños mientras el móvil policial se dirigía al Hospital local donde un joven de 16 años y su compañera de 14 recibían la atención pertinente ya que habían llegado pidiendo ser asistidos dado que presentaban heridas cortantes. 

Tras poner en práctica las actuaciones que indican los protocolos para éste tipo de situaciones se convocó a los progenitores de los menores para interiorizarlos de lo sucedido con sus hijos.

La causa se tramita bajo la carátula de "Daño".